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Excursión a la isla de Tabarca en catamarán
Me gustaría compartir nuestra experiencia a bordo de un catamarán, un domingo que decidimos visitar la Isla de Tabarca.
Nos dieron cita 15 minutos antes del embarque, para comenzar a formarnos y subir al maxi catamarán, con la ayuda de la tripulación. Nos recibe una persona del staff de Alicante Catamaran, indicándonos dónde tomar asiento y datos generales sobre el barco y el paseo, que luego serían profundizados durante la charla de bienvenida del capitán.
Zarpamos puntuales hacia la isla, disfrutando de la travesía por el litoral de Costa Blanca y visualizando el faro de Santa Pola, con un café o té en mano.
Los cuatro tripulantes fueron muy atentos y profesionales durante el viaje y nos ofrecieron frutas, snacks y bebidas, ¡los refrescos y zumos son ilimitados durante todo el día! A los adultos nos ofrecieron una copa, que reservamos para el momento del almuerzo. El catamarán dispone de un bar a bordo, si el ambiente se anima y se quiere consumir alguna bebida alcohólica más. Por cierto, la tripulación habla castellano, inglés y francés.
Después de una hora y media de navegación, fondeamos muy próximos a la isla. Nos habían dado como alternativa quedarnos a bordo, bañarnos y comer o bajar a la isla y luego almorzar. Hemos elegido esta última opción para recorrer brevemente Tabarca por libre y poder explorar de cerca la muralla, la Iglesia de San Pedro y San Pablo y las preciosas calles del pueblo.
Una vez en el catamarán, degustamos el menú incluido de ensalada, paella y frutas. Es todo un detalle de calidad el que la paella venga directa en bote desde un restaurante de Tabarca. La frescura de ser preparada en el día y a elección de cada uno, se notó en su excelente sabor (al zarpar un marinero nos preguntó si preferíamos de pollo, pescado o verduras).
Llegada la hora del baño, nos ofrecieron chalecos y otros elementos flotantes y manguitos para los niños. Había personas mayores que prefirieron utilizar la escalera para adentrarse lentamente en el mar y en cambio los más peques se zambullían con energía desde la cubierta del barco. Para seguridad de todos, también había una socorrista que estaba atenta durante todo momento. Quien quisiera realizar snorkel, tenía el material libre y listo para poder disfrutar de la Reserva Marina de Tabarca. ¿Sabíais que esta fue la primera Reserva Marina de España? Pues entonces ya podéis imaginar la belleza de sus fondos, tapizados de posidonia y con cientos de peces de colores.
Para los niños además hay juegos y material de entretenimiento a disposición. Más importante incluso es que hay un aseo a bordo y una ducha de agua dulce para quitarnos la sal luego del baño.
Volvimos al puerto de Alicante navegando a vela. Nos han permitido participar al izar las velas y manejar unos minutos el timón, que nos hacía mucha ilusión. Conversando con los tripulantes, nos han explicado mejor cómo hace unos años comenzaron con la orientación sostenible y eco-friendly en Alicante Catamarán, aspecto que valoramos enormemente y que ha reforzado nuestras ganas de volver a bordo. En definitiva, fue una experiencia diferente e inolvidable para toda la familia, recomendable sin lugar a duda.
Alicante Catamarán además realiza otros paseos más cortos a lo largo de la costa alicantina hasta el Cabo de la Huerta, pasando por la Albufereta y playa San Juan. Aquí tienes algunas experiencias más que ofrece esta empresa: